Autor: Alejandro González
LinkedInCómo analizar los resultados de una evaluación de desempeño
"¿Qué factores influyen en el desempeño de un equipo de trabajo? ¿Cómo podemos mejorar el desempeño a partir de los resultados de una evaluación?"
El desempeño es un concepto clave en el mundo empresarial, ya que se refiere al grado de cumplimiento de los objetivos y los estándares establecidos por la organización.
Pero el desempeño no es algo que se logra de forma automática o casual, sino que depende de una serie de factores que influyen en la forma de trabajar y en los resultados obtenidos.
Estos factores pueden ser internos o externos, y pueden afectar tanto al nivel individual como al nivel grupal o colectivo. En este artículo vamos a centrarnos en el desempeño de los equipos de trabajo, que son los que realizan la mayor parte de las actividades y procesos de una empresa.
Los equipos de trabajo pueden tener un desempeño alto, medio o bajo, dependiendo de cómo se alcancen los objetivos y los estándares de calidad, tiempo, costo, ética y responsabilidad social, entre otros.
Pero ¿qué determina el desempeño de un equipo de trabajo? ¿Qué factores influyen en que un equipo tenga un buen o un mal desempeño? Y lo más importante, ¿cómo podemos mejorar el desempeño de un equipo a partir de los resultados de una evaluación?
Para responder a estas preguntas, vamos a analizar el concepto de desempeño, los factores que lo condicionan y las acciones que podemos implementar para optimizarlo.
¿Qué es el desempeño?
Cuando hablamos de desempeño, nos referimos al grado en que se logran los objetivos y los estándares establecidos por la organización. El desempeño se mide a través de indicadores que reflejan el nivel de calidad, tiempo, costo, ética y responsabilidad social, entre otros, que se alcanzan en la realización de una actividad o un proceso.
Estos indicadores pueden ser cuantitativos o cualitativos, y deben ser claros, específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales.
El desempeño es un concepto relativo, ya que depende de los criterios que se fijen para evaluarlo. Estos criterios pueden variar según los intereses económicos, políticos, éticos, etc., de cada organización.
Por ejemplo, una empresa puede considerar que tiene un buen desempeño si logra reducir sus costos de operación, mientras que otra puede priorizar la calidad de sus productos o servicios, o el impacto social de sus acciones.
Por lo tanto, el desempeño no es un concepto absoluto, sino que se define en función de los valores, la visión y la misión de cada organización.
El desempeño también es un concepto dinámico, ya que puede cambiar con el tiempo, según las condiciones del entorno, las expectativas de los clientes, la competencia, la innovación, etc.
Por eso, el desempeño no es algo que se logra una vez y se mantiene de forma estática, sino que requiere de una revisión y una actualización constante, para adaptarse a las nuevas circunstancias y exigencias del mercado.
El desempeño se puede evaluar a diferentes niveles: individual, grupal o colectivo, y organizacional. En este artículo nos vamos a centrar en el desempeño de los equipos de trabajo, que son los que realizan la mayor parte de las actividades y procesos de una organización.
¿Qué factores influyen en el desempeño de un equipo de trabajo?
El desempeño de un equipo de trabajo depende de una serie de factores que influyen en la forma de trabajar y en los resultados obtenidos. Estos factores pueden ser internos o externos, y pueden afectar tanto al nivel individual como al nivel grupal o colectivo.
Algunos de los principales factores que influyen en el desempeño de un equipo de trabajo son:
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El talento
Se refiere al conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y competencias que poseen los miembros de un equipo de trabajo, y que les permiten realizar sus funciones de forma eficaz y eficiente.
El talento es el factor que más influye directamente en el desempeño, ya que determina la capacidad y la calidad del trabajo realizado.
El talento se puede desarrollar a través de la formación, la experiencia y la práctica, y se puede potenciar a través del reconocimiento, la retroalimentación, los incentivos y el salario emocional.
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El liderazgo
Se refiere a la capacidad de influir, motivar y dirigir a un equipo de trabajo hacia el logro de los objetivos y los estándares establecidos.
El liderazgo es el factor que más influye indirectamente en el desempeño, ya que condiciona la posibilidad de alcanzarlo.
Un buen líder es capaz de comunicar una visión clara y compartida, de delegar y empoderar a sus colaboradores, de resolver conflictos y tomar decisiones, de fomentar la colaboración y el aprendizaje, y de reconocer y celebrar los logros.
Un mal líder, en cambio, puede generar desmotivación, desconfianza, descoordinación, frustración y bajo rendimiento en su equipo.
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El clima laboral
Se refiere al ambiente psicológico y emocional que se genera en un equipo de trabajo, y que afecta al bienestar, la satisfacción y el compromiso de sus miembros.
El clima laboral se construye a partir de las relaciones interpersonales, la comunicación, la confianza, el respeto, la cooperación, el reconocimiento, la participación, la diversidad, la equidad y la conciliación, entre otros aspectos.
Un buen clima laboral favorece el desempeño de un equipo de trabajo, ya que genera un sentido de pertenencia, de responsabilidad y de orgullo por el trabajo realizado.
Un mal clima laboral, en cambio, perjudica el desempeño de un equipo de trabajo, ya que genera un sentimiento de aislamiento, de desinterés y de desvinculación con el trabajo realizado.
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Los recursos
Se refieren al conjunto de medios materiales, tecnológicos, financieros, humanos, etc., que se ponen a disposición de un equipo de trabajo para realizar sus actividades y procesos.
Los recursos son el factor que más influye en la eficiencia y la productividad del desempeño, ya que determinan la cantidad y la calidad del trabajo realizado.
Los recursos se deben gestionar de forma óptima, para evitar el desperdicio, el sobreuso o el subuso de los mismos. Los recursos se deben adaptar a las necesidades, a las demandas y a las expectativas del equipo de trabajo, para facilitar el trabajo y mejorar los resultados.
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El entorno
Se refiere al conjunto de factores externos que afectan al equipo de trabajo, y que escapan a su control. El entorno puede ser favorable o desfavorable, y puede influir en el desempeño de un equipo de trabajo de forma positiva o negativa.
Algunos de los factores del entorno que pueden afectar al desempeño de un equipo de trabajo son: el mercado, la competencia, los clientes, los proveedores, la legislación, la política, la economía, la cultura, la sociedad, etc.
El entorno se debe monitorizar de forma constante, para anticiparse a los cambios, a las oportunidades y a las amenazas que puedan surgir, y para adaptarse a las nuevas circunstancias y exigencias del mercado.
¿Cómo podemos mejorar el desempeño de un equipo de trabajo a partir de los resultados de una evaluación?
La evaluación del desempeño es un proceso estratégico que nos permite medir el grado en que se logran los objetivos y los estándares establecidos por la organización, a través de los indicadores previamente definidos.
Además, nos permite conocer el nivel de calidad, tiempo, costo, ética y responsabilidad social, entre otros, que se alcanzan en la realización de una actividad o un proceso, y nos permite identificar las fortalezas, las debilidades, las oportunidades y las amenazas que se presentan en el trabajo realizado.
La evaluación del desempeño se debe realizar de forma periódica, sistemática, objetiva, participativa y transparente, y se debe comunicar de forma clara, oportuna y constructiva a los miembros del equipo de trabajo.
La evaluación del desempeño no se debe hacer como una cacería de brujas, sino como un proceso de mejora continua que nos permita optimizar el desempeño de un equipo de trabajo.
Para mejorar el desempeño de un equipo de trabajo a partir de los resultados de una evaluación, se deben seguir los siguientes pasos:
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1. Analizar los resultados
Se trata de interpretar los datos obtenidos a través de los indicadores, y de compararlos con los objetivos y los estándares establecidos. Se debe analizar el nivel de desempeño alcanzado, y las causas que lo han determinado.
Se debe identificar qué aspectos se han cumplido, qué aspectos se han incumplido, y qué aspectos se pueden mejorar.
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2. Identificar las áreas de mejora
Se trata de detectar los puntos débiles, las dificultades, los problemas o los errores que se han presentado en el trabajo realizado, y que han afectado al desempeño del equipo de trabajo.
Se debe identificar qué factores han influido en el desempeño, y qué nivel de responsabilidad tienen cada uno de ellos. Se debe identificar qué personas o puestos de trabajo contribuyen o dificultan el logro de los objetivos y los estándares.
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3. Establecer un plan de acción
Se trata de definir las medidas correctivas, preventivas o proactivas que se van a implementar para mejorar el desempeño del equipo de trabajo. Se debe establecer qué se va a hacer, cómo se va a hacer, cuándo se va a hacer, quién lo va a hacer, y con qué recursos se va a contar.
Se debe establecer los nuevos objetivos y estándares, y los nuevos indicadores para medirlos.
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4. Implementar plan de mejora
Se trata de ejecutar las acciones de mejora definidas, siguiendo el plan establecido. Se debe involucrar a todos los miembros del equipo de trabajo, y asignarles las tareas y las responsabilidades correspondientes.
Se debe coordinar, supervisar y apoyar el trabajo realizado, y resolver las incidencias que puedan surgir.
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5. Evaluar las acciones
Se trata de medir el impacto de las acciones de mejora implementadas, y de verificar si se han logrado los nuevos objetivos y estándares establecidos. Se debe contrastar los nuevos resultados con los anteriores, y comprobar si se ha mejorado el desempeño del equipo de trabajo.
Se debe reconocer y celebrar los logros, y retroalimentar los aspectos que se pueden seguir mejorando.
En conclusión, el desempeño de un equipo de trabajo depende de una serie de factores que influyen en la forma de trabajar y en los resultados obtenidos. El desempeño se puede mejorar a partir de los resultados de una evaluación, que nos permite identificar las áreas de mejora y establecer las acciones de mejora correspondientes.
El desempeño es un concepto relativo, dinámico y estratégico, que requiere de una revisión y una actualización constante, para adaptarse a las nuevas circunstancias y exigencias del mercado.