Una de las características fundamentales de los seres humanos es la adaptabilidad, la cual nuevamente quedó de manifiesta en el contexto de la pandemia según arrojó el assessment center de la consultora experta en gestión del talento organizacional en México, cdg.
La muestra fue conformada por cerca de 900 ejecutivos mexicanos, entre directivos, gerentes y jefaturas, que a lo largo de los ya dos años del contexto de la pandemia pusieron en juego sus habilidades y desarrollaron, principalmente, 5 competencias:
- Adaptación al cambio
- Habilidades orales para presentaciones ejecutivas
- Actitud de servicio
- Comunicacionales
- Escucha
1. Adaptación al cambio
El ser humano ha conseguido dominar la faz de la tierra gracias a su capacidad de exponenciar su creatividad pues, no solo ha logrado adaptarse intuitivamente a su entorno, sino que ha buscado modificar el ambiente a su favor.
Los ejecutivos lograron sobreponerse a la incertidumbre que la novedad trajo consigo, en donde el espacio y las interacciones laborales conocidas hubieron de ser gracias a las herramientas tecnológicas que posibilitaron la socialización en entornos virtuales, a las que se sumaron cualquier cantidad de recursos tecnológicos que permitieron el intercambio de ideas, el trabajo en equipo, la colaboración múltiple y la combinación de talentos en la elaboración de documentos y proyectos, y en el alcance de metas en favor de la productividad sostenida.
2. Habilidades orales para presentaciones orales efectivas
Los ejecutivos identificaron que la pandemia había modificado el escenario laboral y limitado la interacción usual entre los colaboradores, pero también advirtieron que tenían todo un universo por explorar y, llegado el momento, podrían beneficiarse con ello al echar mano de la tecnología que dispuso herramientas de comunicación a distancia y otros recursos visuales, auditivos y audiovisuales que, de hecho, sumaron impacto a su propia elocuencia expositiva para concretar presentaciones orales efectivas, como exige todo entorno competitivo en este contexto de distanciamiento social circunstancialmente impuesto.
3. Actitud de servicio
Dado que el ser humano es un ser netamente social era preciso incrementar la calidad de las interacciones en un contexto de aislamiento, por lo que los ejecutivos evaluados por cdg lograron desarrollar la empatía y actuar en consecuencia.
Ello implicó la sensibilización de los ejecutivos para afinar sus habilidades para detectar las necesidades, idear estrategias para así atender las expectativas de clientes internos, clientes externos y proveedores, que constituyen los tres ejes esenciales para fomentar el crecimiento de las empresas.
4. Comunicacionales
La comunicación es clave en el ámbito laboral, dado que de ella depende el flujo de la información y la alineación de los elementos empresariales involucrados en el trazado de las metas y en su consecución.
La imposibilidad de comunicarse entre colaboradores, como habitualmente se hacía en los espacios laborales, propició que ciertos canales informales se rezagaran o se perdieran casi por completo (como “radiopasillo”). Muchas de las interacciones se concretaron por videoconferencias o videollamadas, lo que favoreció a la comunicación oral, mas las necesidades de las labores demandaban atender otros canales como el correo electrónico y plataformas de mensajería instantánea como WhatsApp, Telegram u otras plataformas en las que los mensajes informales extensos o de poca utilidad fueron paulatinamente sustituidos por contenidos escritos concisos que brindaban información útil o que requerían atención para el trabajo.
Los ejecutivos desarrollaron su habilidad de comunicación en cada una de sus fases: en la calidad de la elaboración del mensaje, selección del interlocutor y del canal disponible idóneos, verificar la calidad de lo emitido, así como constatar la buena recepción de la información, lo que da pie a la siguiente competencia, que es parte de este proceso.
5. Escucha
La habilidad de escuchar es crucial en el proceso de comunicarse porque su calidad es determinante en la posibilidad de empatizar con otros, de elaborar respuestas adecuadas con lo planteado por el interlocutor; de elegir disponer los elementos necesarios para que el emisor se sienta lo suficientemente cómodo como para compartir todo lo que necesita y se sepa escuchado.
Cuando la escucha se suma a las habilidades de las personas es mucho más probable mejorar las relaciones laborales, trazar y conseguir las metas organizacionales.
Como decía Arthur Schopenhauer, “El cambio es la única cosa inmutable”, y los ejecutivos mexicanos van por un buen camino.