Autor: Alejandro González
LinkedInBurnout: Diagnóstico
Atacar el burnout es prevenirlo además de atenderlo y para ello se necesita conocimiento de causa, comprenderlo, saber cuál es su magnitud y tenerlo, literalmente, bien medido.
En este sentido podemos optar por contratar alguna persona que se especialice en Desarrollo Organizacional ya sea interna o externamente. Pero, ojo, tendremos que hacerle caso, abrirnos a la crítica y realmente querer cambiar y no solo por arte de magia.
Esto significa, de ser necesario, reformular nuestro organigrama, liderazgo, capacitación, cultura organizacional, etc. Y esto quiere decir, muchas veces, implementar cosas que tal vez no nos gusten o a las que no estemos acostumbrados. Solo así habrá verdadera voluntad de querer cambiar las cosas para bien.
Diagnóstico
Bueno, lo primero es poder identificar cuando esto es producto sistemático de nuestro ambiente laboral. Y eso se dice fácil, pero sabiendo cómo, es posible empezar a gestionarlo de manera correcta.
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1. Observa
Fíjate si los síntomas de burnout, aunque se expresen diferente, son comunes en tu empresa. No se necesita que la mayoría los presente, pero cuando son varias las personas puede que existan patrones.
Recuerda, cómo líderes estamos expuestos a puntos ciegos, muchas veces deliberados, por parte de nuestros colaboradores. Es decir que lo que nos dicen o lo que pasa cuando estamos puede ser diferente a lo que normalmente pasa.
Y es que he encontrado innumerables líderes que dicen que conocen perfectamente lo que pasa en su empresa y luego no pueden creerse lo que una evaluación arroja. Algunos toman el toro por los cuernos y otros optan por el negacionismo.
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2. Evalúa
Aplica un cuestionario de clima organizacional que pueda echar un vistazo en el sentir de nuestros colaboradores y su bienestar. El de la NOM-035 nos puede ayudar si sabemos analizarlo.
Pero cuando hagamos este tipo de evaluaciones recordemos hacerlas de la forma adecuada, con la planeación que requiere y respetando la confianza de nuestros colaboradores. Bien aplicados estos ejercicios de evaluación son muy precisos.
Evitemos sesgos y no tengamos miedo a obtener una verdad por incomoda que sea. Tampoco convirtamos en una cacería de brujas si los resultados obtenidos no fueron los que esperábamos. Hagámoslo de forma objetiva, y de ser posible encarguemos la tarea y mantengámonos al margen.
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3. Analiza
Siempre con apertura, autocritica y con datos bien recabados. El proceso de análisis debe hacerse metodológicamente y hay que tener experiencia en ello. Sino todo lo que se ha hecho anteriormente puede ser en vano.
Pero en este punto, y realmente en los demás, hay que ser humildes y dejar el ego a lado, pues es probable que las conclusiones a las que lleguemos no sean de nuestro agrado. También cuidamos que en todo el proceso las personas involucradas en la evaluación no tengan algún conflicto de interés.
Ahora sí, poder identificar los síntomas y saber cómo identificar que tanto nuestra empresa contribuye al burnout nos va a ayudar a saber cómo gestionarlo. Y es posible implementar diversas estrategias para ello.
Pero siempre con un buen diagnóstico en mano para saber qué aspectos reforzar o atacar a la hora de gestionarlo. Al final el resultado si se hace correctamente va a ser un aumento en la satisfacción, el compromiso y la rentabilidad.