Autor: Alejandro González
LinkedInDiseño Organizacional: Clave en la Estrategia Empresarial
La importancia del diseño organizacional
La planeación estratégica de una empresa va más allá del aspecto financiero, sobre todo porque hay diversos factores que no siempre se miden, pero que existen y son tangibles y contribuyen al estado financiero de la empresa y, por lo tanto, a su productividad.
En este sentido, contempla el sistema organizacional como aquel sistema compuesto de personas que se interrelacionan a partir de procesos de trabajo, responsabilidades, objetivos e interacciones como el principal motor de resultados. Es estar un paso por delante en el establecimiento de estrategias con resultados predecibles.
Pero el sistema organizacional, como todo sistema, debe adaptarse a su entorno interno y externo para sobrevivir y mantener los estándares de productividad y eficiencia deseados en pro de la rentabilidad. Esta adaptación debe ser resultado más de una correcta planeación que de la inercia misma de las circunstancias, lo cual puede arrastrar vicios o generar resistencias con lo ya establecido.
Ante ello, el diseño organizacional se presenta como un elemento clave en la planeación estratégica.
¿Qué es el diseño organizacional?
Según Idalberto Chiavenato en su libro “Comportamiento Organizacional”, el diseño organizacional es “el proceso de construir y adaptar continuamente la estructura de la organización para que alcance sus objetivos y estrategias. La estructura representa la interrelación entre los órganos y las tareas dentro de una organización, y es doblemente dependiente: hacia fuera, depende de la estrategia que se ha definido para alcanzar los objetivos globales, y dentro de la organización depende de la tecnología que utiliza.”
Esta definición, aunque corta, está revestida de complejidad cuando se exploran los elementos mencionados, para los cuales el autor dedica todo un capítulo de su libro.
Básicamente, se refiere a un proceso permanente que nunca acaba y siempre busca observar a la organización y cómo interactúa esta con el entorno interno y externo a fin de adaptarla para que pueda funcionar de manera eficiente. Esto se presenta a veces en tareas que parecen sencillas, pero sumadas en un periodo de tiempo representan toda una reforma en cómo está ordenada la empresa.
Por ejemplo, la actualización de salarios conforme al mercado laboral, la creación de un nuevo puesto de trabajo para atender una nueva necesidad o una que requiere mayor especialización, la aplicación de una encuesta de clima organizacional y los planes de acción que surjan a partir de sus resultados.
En este sentido, podemos afirmar que la organización está en constante cambio y debemos guiar ese cambio hacia las mejores condiciones y evitar la resistencia al cambio que puede hacer que la organización quede obsoleta en un mercado cada vez más competitivo.
¿Qué toma en cuenta el diseño organizacional?
El diseño organizacional es un proceso complejo, como ya se dijo, y está involucrado prácticamente en todos los aspectos de la organización. No obstante, las personas que se encargan de ello suelen hacerlo parcialmente y no de manera especializada, lo que genera un riesgo estratégico.
Por ello, es importante que conforme crezca una empresa y su organización adquiera complejidad, se asigne a un profesional de Recursos Humanos o Desarrollo Organizacional que se especialice en este aspecto.
Esta persona tendrá que tomar en cuenta los siguientes elementos:
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Estructura organizacional y organigramas
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Procesos de trabajo
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Puestos de trabajo y perfiles
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Jerarquías y puestos de liderazgo
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Indicadores organizacionales y de desempeño
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Esquemas de desarrollo y sucesión
Y un gran etcétera que depende de las necesidades de cada empresa, sin mencionar elementos
No obstante, el autor mencionado antes habla de 4 dimensiones en las que se pueden agrupar las variables del diseño organizacional:
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Factores ambientales
La misión de la organización, su visión, estrategia, entorno (macro y micro), tecnología utilizada y grupos de interés involucrados.
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Dimensiones anatómicas de la organización
Tamaño, configuración, dispersión geográfica de las unidades y de combinaciones entre ellas.
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Aspectos de las operaciones
Autoridad, procesos, tareas y actividades cotidianas, y controles.
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Consecuencias conductuales
Desempeño, satisfacción, rotación, conflicto, ansiedad y pautas informales de las relaciones en el trabajo.
Aunque el mismo autor nos invita a configurar tales variables considerando las realidades particulares de cada empresa. Es decir, ser congruentes con ese principio de adaptación que tiene el diseño organizacional.
Al mismo tiempo, establece tres aspectos que se deben contemplar en la estructura de una organización. Aspectos condicionales para su funcionamiento, pero no únicos:
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La estructura básica
Que se refiere al organigrama, jerarquías, puestos de trabajo, consejos, organismos internos y recursos necesarios para su funcionamiento.
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Los mecanismos de operación:
Estos tienen que ver con los procesos de trabajo y los objetivos que se persiguen con ellos. Es decir, las actividades que se desempeñan, el orden, las interacciones, competencias y herramientas necesarias para desempeñarlas.
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Mecanismos de toma de decisión
Finalmente, este aspecto se centra en cómo se toman las decisiones y cuáles son los procesos para tomarlas. Desde lo estratégico, pasando por lo táctico, hasta llegar a lo operativo.
En este sentido, dicho aspecto debe contemplar modelos objetivos e institucionalizados que permitan el involucramiento de actores y la administración del talento y conocimiento de la empresa de tal forma que la toma de decisiones sea eficiente, objetiva y eficaz.
Todo lo anterior alineado con los objetivos planteados y la planeación estratégica en la cual el diseño organizacional es pieza clave para su éxito.
Hasta acá se puede afirmar que el diseño organizacional va más allá de la construcción de organigramas o la elaboración de descripciones de puesto. Esto significa que debe tener una perspectiva sistémica que contemple los diferentes elementos con los que interactúa el sistema organizacional.
Al final, la persona encargada de esta importante labor debe tener un criterio estratégico y un panorama general de lo que está pasando, sin olvidar aquellas particularidades que pueden tener un gran impacto en el éxito de la organización.
Conclusión
El diseño organizacional no es solo una herramienta de estructura y distribución de tareas, sino un proceso vivo y dinámico que puede determinar el éxito o fracaso de una empresa. Invita a reflexionar sobre la importancia de adaptarse continuamente a los cambios del entorno y a las necesidades internas de la organización.
Es un llamado a mirar más allá de lo inmediato, a planificar con visión estratégica y a reconocer que cada elemento, por pequeño que parezca, puede tener un impacto significativo en el desempeño general.
Al fin y al cabo, una organización bien diseñada no solo es eficiente, sino también resiliente y capaz de prosperar en un mundo en constante evolución. ¿Estamos dispuestos a asumir el desafío de gestionar este cambio continuo y construir organizaciones que no solo sobrevivan, sino que lideren el camino hacia el futuro?