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¿Tu onboarding es efectivo?: Como evaluarlo
Alejandro González
LinkedIn
Mayo 28, 2024

¿Tu onboarding es efectivo?: Como evaluarlo

El onboarding es el proceso de integración del colaborador a la empresa, que abarca desde el reclutamiento hasta la capacitación. Este proceso es clave para lograr una buena experiencia del colaborador, aumentar su satisfacción y productividad, y reducir la rotación.

En este artículo se explican las fases del onboarding, los indicadores para evaluarlo y las herramientas para hacerlo. Se recomienda aplicar un onboarding cíclico que se adapte a las necesidades de cada colaborador y a los cambios de la empresa.

Introducción

La experiencia del colaborador se puede definir a partir de varios procesos a los que está expuesto. Por lo general, nos referimos a la experiencia del colaborador como la vida que el colaborador tiene dentro de la empresa, no solamente desde que es contratado, sino desde el momento en que este está expuesto a nuestro proceso de contratación.

En las distintas fases de la experiencia del colaborador, vamos a encontrar el onboarding, que en español significa subir a bordo.

El Onboarding se refiere a aquel proceso en el que el colaborador se integra a la empresa, pero aquí nos referimos por integración a un sentido amplio que tiene que ver a cómo el colaborador asimila los conocimientos, la cultura organizacional, las competencias necesarias para ejercer su trabajo, entre otros.

En este sentido, podemos definir el onboarding como aquel proceso en el que el colaborador se integra mediante el aprendizaje de competencias, de cultura organizacional, hábitos, procesos interinstitucionales o de su propio departamento a la empresa.

Este proceso empieza desde el momento del reclutamiento, seguido por la contratación, la inducción, la integración al equipo, la capacitación y puede decirse que termina cuando la curva de aprendizaje se ha aplanado, aunque el proceso de onboarding se repite cíclicamente cuando el colaborador es ascendido o movido a otro puesto.

Fases de onboarding

Recordamos que el proceso de onboarding es un proceso cíclico, por lo que constantemente tenemos que ir repitiendo o reforzando alguno de los elementos ahí mencionados. Habrá veces que el colaborador tenga que hacer ajustes en su contrato, cuando se le mueven o hay un cambio de prestaciones.

Habrá otras veces en que se actualizará mediante esa capacitación o habrá que volver a integrarse en sus equipos de trabajo, para limar asperezas o prevenir conflictos organizacionales o integrar a otros colaboradores nuevos.

Pero, para todo esto, es importante poder evaluar qué tan efectivo es nuestro proceso de onboarding.

Evaluación del proceso de Onboarding

Tenemos que asegurarnos de que nuestro proceso de onboarding está bien estructurado y que sea del agrado de nuestro colaborador, es decir, que exista una satisfacción por parte del colaborador al respecto.

Para evaluar un proceso de onboarding, tenemos que considerar los siguientes indicadores:

¿Cómo evaluar el onboarding?

Recordemos que el onboarding se puede evaluar de diferentes formas: a través de un checklist de observación que permita a la persona de recursos humanos evaluar si se ha cumplido, si se ha entregado la información adecuada, el material adecuado, si se le ha presentado a la gente adecuada al colaborador nuevo.

Pero otra forma de evaluarlo es a partir de la percepción del colaborador nuevo, es decir, a partir de una encuesta de satisfacción del proceso.

Aquí habrá que evaluar cada uno de los procesos antes mencionados y tenemos que evaluar tanto el proceso de reclutamiento, el proceso de contratación, la información que se le dio, el equipo que se le entregó, la capacitación y la integración, a partir de una encuesta con unas preguntas que pudieran darnos luz acerca de cómo vivió, cuál fue la experiencia del colaborador en su proceso de onboarding.

Conclusión

En conclusión, el proceso de onboarding es fundamental para lograr una buena experiencia del colaborador desde su primer contacto con la empresa hasta su integración y capacitación.

Este proceso tiene que ser evaluado de forma constante, tanto por la persona de recursos humanos como por el propio colaborador, para poder detectar áreas de oportunidad, mejorar la calidad del servicio, prevenir conflictos y aumentar la satisfacción y la productividad.

Para ello, se pueden utilizar diferentes herramientas, como el checklist de observación y la encuesta de satisfacción, que permitan medir indicadores como el nivel de asimilación, la curva de aprendizaje, los riesgos de seguridad y la transparencia.

El onboarding es un proceso cíclico que se repite cada vez que el colaborador cambia de puesto o de equipo, por lo que hay que estar atentos a las necesidades y expectativas de cada colaborador y adaptar el proceso a cada caso.

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