Autor: Alejandro González
LinkedInLiderazgo Situacional: Cómo Adaptarse para Liderar Eficazmente
Adaptarse a las Necesidades del Equipo
Hersey y Blanchard (1996) parten de la necesidad observada de que los padres deben cambiar su estilo de “liderazgo” a medida que los hijos van creciendo; desde que son pequeños, pasando por la adolescencia, hasta llegar a la vida adulta.
Este proceso de crecimiento hace que los hijos vayan respondiendo a diferentes estímulos, motivadores y que su entendimiento vaya evolucionando con los años y por lo tanto requieren diferentes estilos de enseñanza.
Pronto se dieron cuenta al formular esta teoría sobre su aplicabilidad en escuelas y estrategias pedagógicas y después consideraron que también es aplicable a entornos laborales en los colaboradores.
Dimensiones del Liderazgo: Involucramiento y Relación
El estilo del líder se define por la combinación de dos dimensiones, a las que llaman “Involucramiento con la tarea” y “Relación con el equipo o personal”.
El nivel de involucramiento de tarea se entiende el grado en que el líder detalla los deberes y responsabilidades del individuo o del grupo. Este comportamiento incluye explicar qué hacer, cómo, cuándo, dónde y por quién.
Por toro lado el nivel de relación con el personal se define como el grado en que el líder practica una comunicación en dos direcciones. Incluye escuchar, facilitar y respaldar a los seguidores.
Nivel de Involucramiento con la Tarea (Task Orientation)
Se refiere a cuánto se enfoca un líder en la planificación, organización y ejecución de una tarea para lograr un objetivo.
Es decir, qué tanto se involucra en la operación de una tarea determinada, y en este sentido hay que decir que todos los líderes tienen tareas en las que se tienen que involucrar, pero es importante priorizarlas.
Ejemplos:
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1. En una fábrica, que un supervisor pase todo su tiempo operando una máquina porque a su consideración nadie la usa mejor que él, representa un problema de liderazgo y un riesgo operativo al diluir la supervisión con un involucramiento operativo que ya debería corresponder a un operador bien capacitado.
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2. O en un corporativo, que las ventas sigan dependiendo mayoritariamente de un director general y no del área comercial también supone un problema de institucionalización comercial.
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3. Y en el otro extremo, un líder que delega actividades que probablemente requieran su involucramiento puede dejar sin respaldo al equipo de trabajo. Por ejemplo, cuando surge una crisis en la que se tienen que tomar decisiones y asignar tareas urgentes, el líder tiene un papel imprescindible y difícil de delegar.
Nivel de Orientación a las Relaciones (Relationship Orientation)
Se refiere al nivel en que un líder establece comunicación con los miembros de su equipo. Esto implica la forma en que un líder conoce los procesos de trabajo, el rol de cada miembro en su equipo, su nivel de dominio en las tareas asignadas, sus motivadores, y también la manera en que influye en ellos mediante procesos de capacitación, supervisión, reconocimiento, entre otros.
Ejemplos
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1. Cuando el líder no establece relaciones de comunicación con los miembros de su equipo o bien estas son muy limitadas, un líder poco accesible y con quien se tenga que sacar cita con antelación para atender a sus reportes directos puede generar una desconexión entre los objetivos planteados a nivel directivo y las tareas a realizar por parte del equipo operativo.
Es solo mediante la comunicación efectiva del líder que las estrategias se convierten en tácticas y las tácticas en operaciones. Es importante que el líder establezca objetivos e indicadores de resultados y los sepa comunicar al resto del equipo.
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2. Por otro lado, en el caso de un supervisor que constantemente retroalimenta a sus colaboradores, ayuda a que su personal pueda mejorar en sus procesos, demostrando una relación alta con sus colaboradores.
Cada dimensión se presenta en niveles bajos o altos, y el cruce de estas ayuda a clasificar los estilos de liderazgo que pueden existir en términos sencillos:
1. Líder directivo: alta orientación a la tarea, baja orientación a las relaciones
2. Líder capacitador: alta orientación a la tarea, alta orientación a las relaciones
3. Líder facilitador: baja orientación a la tarea, alta orientación a las relaciones
4. Líder delegativo: baja orientación a la tarea, baja orientación a las relaciones
Dominio y Compromiso: Claves del Liderazgo Situacional
El liderazgo situacional sugiere que el estilo de liderazgo más efectivo depende del compromiso y el nivel de dominio de los miembros del equipo, también llamados por algunos autores como nivel de madurez.
Para saber qué estilo de liderazgo aplicar en una persona o equipo de trabajo es importante saber qué nivel de dominio tiene del proceso de trabajo y qué compromiso muestra con él.
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1. Dominio
El dominio se refiere a cuánto un colaborador domina las competencias necesarias para hacer una tarea o cumplir con un objetivo.
En este sentido, un colaborador nuevo va a tener un dominio muy básico o nulo (dependiendo del perfil de contratación) y va a requerir adaptarse y capacitarse para poder mejorar hasta tener un dominio total del proceso del que se tiene que hacer cargo su puesto de trabajo o puestos superiores si es que quiere ascender.
Ojo, aunque se contrate una persona con ciertos requerimientos de dominio se debe contemplar como dominio inicial a aquellas competencias o procesos propios de la empresa que probablemente desconoce.
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2. Compromiso
Este se refiere a cuánto una persona se involucra y hace suyo un objetivo, una tarea o un proceso de trabajo. El compromiso puede ser bajo cuando la persona desconoce o no encuentra sentido en los objetivos o propósito en sus tareas.
Al empezar en un trabajo, es probable que la persona cuente con un compromiso bajo o básico que se debe alimentar con la inducción, un buen liderazgo y dominio en la tarea.
Posteriormente, el compromiso es adquirido cuando la persona muestra un ímpetu que le permite por sí sola procurar el éxito de sus objetivos y procesos de trabajo. Más adelante, el compromiso es compartido cuando entiende cómo interactúan otros procesos de trabajo y la importancia que tiene el suyo para el resto del equipo.
Finalmente, se puede decir que el compromiso es propio cuando hace suyos los objetivos y el propósito de la empresa, equipo de trabajo y sus procesos de trabajo.
Estilos de Liderazgo Según la Situación
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1. Liderazgo Directivo
Para una persona con un nivel de dominio inicial (D1) y un compromiso bajo, dirigir se convierte en la mejor opción, pues necesita alguien que se involucre con él en el proceso de trabajo y que pueda enseñarle con el ejemplo cómo se hacen las cosas hasta que empiece a mejorar el nivel de dominio y adquiera un mayor compromiso. Esto es muy común en puestos operativos y en personal recién contratado.
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2. Liderazgo Guía o Capacitador
Para una persona con un nivel de dominio bajo (D2) pero ya no inicial y que además haya adquirido compromiso con lo que hace o debe hacer es cuando el líder debe comenzar a soltar el volante salvo para corregir de vez en cuando la ruta y adquirir un rol de capacitador y guía.
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3. Liderazgo Facilitador
Cuando el equipo de trabajo ya cuenta con un nivel de dominio alto (D3) y su compromiso ya es compartido con el resto de los procesos que hay, entonces el líder adquiere un rol de facilitador en el que garantiza los recursos necesarios, establece relaciones o resuelve conflictos, pero deja hacer y confía en el compromiso de su equipo, aunque tenga que retroalimentar de vez en cuando.
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4. Liderazgo Delegativo
Finalmente, cuando una persona ya muestra un dominio total (D4) en su proceso de trabajo y su compromiso con el equipo es probado, entonces es alguien a quien se le puede delegar la tarea para enfocarse en otras cosas propias del puesto de liderazgo con la confianza de que en ese flanco se está bien respaldado.
Hay que tomar en cuenta que un líder pude adoptar diferentes estilos de liderazgo para los disantos integrantes de su equipo de trabajo e inclusive con las mismas personas en distintos contextos.
Esta teoría da un panorama general de como adaptarse identificando las necesidades, pero en la vida real un líder debe aprender a barajear un sinfín de combinaciones pues cada contexto y mercado es diferente.
Para reflexionar
El liderazgo situacional es una herramienta valiosa para cualquier líder que busca adaptarse a las necesidades cambiantes de su equipo. Comprender las dimensiones del involucramiento con la tarea y la relación con el personal, así como evaluar el nivel de dominio y compromiso de los colaboradores, permite a los líderes adoptar estilos de liderazgo efectivos en función de la situación
Desde el liderazgo directivo hasta el delegativo, cada estilo tiene su lugar y momento adecuados. Un líder exitoso es aquel que sabe cuándo y cómo aplicar cada enfoque, asegurando así el crecimiento y el desarrollo de su equipo, y garantizando el éxito organizacional a largo plazo.