La Gestión del Talento es el conjunto de acciones que se deben llevar acabo en una organización para obtener, desarrollar y retener el talento humano. En cada uno de estos tres pasos es indispensable contar con una plan definido y claramente comunicado a la organización.
El departamento indicado para definir estas acciones es el de Recursos Humanos, en conjunto con el equipo directivo de la organización, y en muchas ocasiones, con ayuda externa por parte de un grupo de consultoría.
¿Por qué es importante la gestión del talento?
En los últimos años, la importancia de la Gestión del Talento ha ido en aumento. Las nuevas generaciones ya no tienen como prioridad un trabajo a largo plazo estable, sino un trabajo en donde puedan desarrollarse tanto profesional como personalmente.
Contratar a la persona equivocada es costoso, pero perder a la persona indicada es aún más costoso. No solo es el costo de volver a contratarlo, es el costo de volver a capacitarlo, desarrollarlo y que vuelva a aprender de sus errores.
Cuando se lleva una buena Gestión del Talento, la organización está más preparada para encontrar el talento indicado, capacitarlo y desarrollarlo de la manera adecuada.
El resultado final es un Capital Humano comprometido con la empresa, asegurando así poder conseguir las metas y objetivos.
"En México, la retención anual del total de colaboradores ha bajado de 80% en el 2000 hasta por abajo del 65% en el 2016." Deloitte (2016)
Pasos para llevar una buena Gestión del Talento
a. Analizar la situación actual.
Seamos honestos, la mayoría de las empresas nuevas no comienzan preocupándose mucho por la Gestión del Talento, normalmente es tan caótica la situación, que no existe una verdadera estructura de organización.
Pero conforme crece la empresa, de una u otra forma se va armando esta estructura, y es muy posible que después del paso del tiempo te des cuenta que algo tiene que cambiar, ya no es solo el dueño o el CEO el que puede llevar el control, si no que debe comenzar a formarse una cultura organizacional.
Es aquí donde la empresa debe parar unos momentos y analizar su situación actual, conocer más sobre sus colaboradores, sus fortalezas, sus áreas de oportunidad. Un director debe de poder contestar a las siguientes preguntas:
¿Cuál es nuestro nivel de rotación de personal? ¿Por qué renuncian nuestros colaboradores? ¿Cuáles son sus principales quejas? ¿Qué es lo que más valoran nuestros colaboradores de la empresa? ¿Qué cursos y capacitaciones estamos dando? ¿Cómo apoyamos a los nuevos ingresos a adaptarse a su trabajo? ¿Qué porcentaje de los puestos directivos o gerenciales se ocupan con colaboradores actuales? ¿Quiénes deberían de ser los encargados de estos procesos?
b. Definir las acciones.
Después de analizar el estado actual de la empresa, sigue el enumerar todas las acciones que se van a llevar acabo, tanto como las cosas que se deben dejar de hacer, lo que se debe continuar haciendo, y en lo que se debe de mejorar o comenzar a hacer.
Un problema común en este paso es el de la inhabilidad de realmente entender y conocer lo que se debe de hacer.
Como en muchas otras circunstancias, el lograr ver un problema cuando uno esta adentro del mismo es complicado, de aquí la importancia de reconocer esto y saber cuando buscar ayuda externa para poder definir estas acciones.
"Cerca del 44% de los colaboradores menores a 38 años consideran renunciar en los primeros dos años." Deloitte (2016)
c. Implementar los cambios.
Este proceso puede tomar varios meses en llevarse acabo, por lo que es importante que el grupo de personas que participe en el cuente con los recursos necesarios para hacerlo.
En este paso se aplican evaluaciones y encuestas, se deciden los cursos de capacitación y desarrollo requeridos, se plantean los nuevos procesos de contratación y entrenamiento, entre varios puntos más.
d. Dar seguimiento.
Cuando ya se tienen todos los cambios implementados, es muy importante asegurar que estos continúen y sean revisados periódicamente para asegurar que se sigan cumpliendo y detectar en que se puede seguir mejorando.
Aquí radica el éxito de toda Gestión del Talento, y es lo que puede convertir a la empresa en un gran lugar para trabajar.