Autor: Alejandro González
LinkedInLos 5 miedos más comunes a la hora de aplicar una encuesta de clima organizacional y como enfrentarlos
Cuando nos planteamos la idea de aplicar por primera vez una encuesta de clima organizacional en nuestra empresa, puede generar algunos miedos sobre el proceso, la utilidad o el impacto que esto puede tener en nuestra organización. Pero quien ya esté familiarizado con el proceso y entiende su importancia estratégica tendrá mas miedo de no aplicar dicha evaluación. Es entendible que haya miedos a la hora de evaluar la posibilidad de aplicar una encuesta de clima organizacional, más cuando en nuestra organización haya puntos ciegos o antecedentes que fueron difíciles de abordar, como ciertos conflictos organizacionales.
Y es que a todos nos gusta ver limpia nuestra casa sin saber que debajo de la alfombra haya mucha suciedad. Es por ello que este artículo busca abordar un poco 5 de los miedos más comunes a la hora de aplicar una encuesta de clima organizacional y como poder enfrentarlos:
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1. No quiero agitar el avispero
Como consultor me he encontrado mucho que a la hora de plantear la aplicación de una encuesta de clima organizacional surja mucho esta inquietud con frases como “no quiero agitar el avispero” o “va a generar ruido entre los colaboradores”. Y es que el miedo a una rebelión de nuestro personal por aplicar una encuesta de clima organizacional puede parecer absurdo entre quienes ya estamos familiarizados con el proceso, pero increíblemente es habitual en quienes apenas están explorando la posibilidad, pues los temas que se tratan ahí pueden generar incomodidad o tocar fibras sensibles. Pero la verdad es que una encuesta de clima organizacional no crea problemas, pero sí da luz a aquellas áreas de oportunidad que muchas veces, aunque ya existen, permanecen ocultas bajo la alfombra.
Es cierto que la aplicación de una encuesta de clima organizacional abre la oportunidad para dialogar y expresar opiniones no siempre favorables, pero esas opiniones ya existen y se comunican de manera informal en la empresa, y más allá de que la evaluación sea un catalizador para generar un conflicto, de hecho, tiene un efecto contrario, pues suele ser vista como un intento de la empresa por comprender dichos asuntos y poner orden, retrasando así el surgimiento de dicho conflicto. Eso sí, genera una expectativa de respuesta por parte de la empresa a esas áreas de oportunidad y tendremos que responder a ello, pero eso es algo bueno, pues significa mejorar.
Entonces, no, una encuesta de clima organizacional no va a hacer que de pronto estalle una huelga o una demanda colectiva, pero si puede ayudar a anticipar un conflicto de esa magnitud y darnos tiempo para resolverlo antes de que surja.
Una forma de aliviar este miedo es adoptar un discurso positivo sobre la encuesta de clima organizacional, un discurso que comunique la intención de escuchar, comprender, analizar y atender lo que está pasando en la empresa en términos organizacionales. Entonces todos lo verán como una oportunidad de mejorar.
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2. Es una pérdida de tiempo
A veces, ante la propuesta de evaluar el clima laboral, surgen asuntos que son considerados de mayor importancia y termina por posponerse, alegando que es una pérdida de tiempo cuando hay temas financieros o contables que requieren más nuestra atención. Pero eso es un error, pues al final esos otros asuntos siempre van a ser una consecuencia, en parte, de nuestro clima laboral, aunque no podamos verlo o medirlo.
Por eso es importante entender que una disminución en el desempeño financiero a causa de una baja retención de clientes, o un aumento en la devolución de pedidos por defectos es precisamente porque el personal no cuenta con un clima laboral adecuado para poder hacer frente a ello. Y si nuestra solución inmediata es pedir que se pongan la camiseta o mejoren la calidad del servicio o producto cuando su contexto laboral es adverso no solo significa que falta empatía, sino que tampoco se comprende la gran relación que hay entre el clima laboral y el desempeño de los colaboradores.
Aplicar una encuesta de clima laboral no es una pérdida de tiempo y posponerla si puede generar perdidas de tiempo por no poder anticipar problemas que al final si nos generaran retrasos en otros procesos. Al final, el capital humano es la base de que todo proceso operativo en una empresa sea exitoso. Por lo tanto, entender que el clima laboral es un factor estratégico en el desempeño de nuestra empresa nos ayudará a convencernos de que no es una pérdida de tiempo evaluar dicho factor.
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3. La gente no se compromete con la encuesta
Un miedo muy frecuente es que la gente no se comprometa con el proceso porque no participa o no contesta con sinceridad. Pero es que la baja participación en una evaluación de este tipo está causada por una falta de comunicación que permita anticipar con tiempo el proceso, una falta de compromiso por parte de los líderes de la empresa y una mala planeación logística.
Es por ello que se debe comunicar la intención de aplicar una encuesta de clima organizacional con una o más semanas de anticipación, se debe comunicar a los líderes y asegurar su apoyo en el proceso, y sobre todo se debe establecer un tempo de aplicación razonable para hacerlo, además de planear bien la forma en que se debe aplicar.
Puede ser mediante una plataforma web que permita a los colaboradores con acceso a una computadora o desde su celular aplicarla en el tiempo que ellos decidan, o asignar un espacio con tabletas o encuestas impresas para aquellos colaboradores que no tienen acceso o no estén familiarizados con herramientas digitales. Cuando hay planeación los índices de participación pueden superar el 90% en empresas con cientos de colaboradores, pero si se subestima el proceso de planeación va a ser muy difícil lograr esa meta.
Además, para que contesten con sinceridad es importante garantizar el anonimato y la confidencialidad de las encuestas y créanme, la gente sí va a ser sincera, ya lo hemos comprobado cientos de veces a la hora de analizar los resultados estadísticamente. Aunque sea difícil de creer es posible detectar con un análisis estadístico si los resultados son confiables e inclusive si algún líder, tal vez por miedo, presionó a sus colaboradores para obtener un resultado que atienda a sus intereses.
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4. Que no me gusten los resultados
Bueno y es que esto puede pasar y de hecho va a pasar. Pero el hecho que no se quiera aplicar una encuesta de clima por miedo a obtener resultados no esperados es como no querer levantar esa alfombra en nuestra casa por miedo a encontrarnos mucho polvo ahí y es que al final para limpiar debemos levantarla. Entonces no querer ver lo que realmente pasa en nuestra empresa por que puede ser incomodo o contrario lo que pensamos significa darle una oportunidad a que esas áreas de oportunidad se conviertan en un problema difícil de resolver y el cual hubiéramos deseado anticipar. Ahí si va a ser realmente incomodo.
Entonces que prefieres ¿Encontrarte con algo incomodo, pero con tiempo de resolverlo, o dejarlo ahí debajo de la alfombra hasta que se desbordé y represente un problema mayor?
Comprender el riesgo de no conocer los puntos ciegos o asumir que conocemos todos nos ayuda a convencernos de la necesidad de poder anticiparnos a esos elementos que ya existen, pero no podemos ver.
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5. Que la empresa tenga que comprometerse
“Es que no queremos aplicar una encuesta de clima laboral porque luego la gente quiere ver cambios y es comprometerse mucho” Bueno, es que la gente va a querer ver cambios para mejorar independientemente de si se aplica o no una encuesta, pero el hecho de aplicarla ya habla de un compromiso de cambiar y ser mejores. Entonces tener miedo al compromiso que las expectativas pueden generar por una encuesta de clima organizacional es simplemente tener miedo a mejorar y eso se refleja en el producto o servicio que le ofrecemos a nuestros clientes.
Por ejemplo, con la llegada de la NOM-035 una de las causas por las cuales las empresas se resistían a aplicar la evaluación, además de las ya mencionadas antes, es por la obligación que adquirían con su organización una vez aplicada, el que los colaboradores digan después de un tiempo “sí, se aplicó una encuesta, pero no sirvió de nada”. Pero es que si se aplica una evaluación de este tipo sin un compromiso previo a utilizar los resultados para mejorar sí es una pérdida de tiempo, pero es probable que te reste competitividad y aumente los riesgos por no poder preverlos.
Ok a veces, los resultados obtenidos exigen ajustes en casi todos los aspectos de la organización y atender todos de golpe puede ser costoso en tiempo y dinero, pero con un buen acompañamiento podemos focalizarnos en aquellos aspectos que, como un efecto dominó, su mejora tendrá un impacto positivo en todos los demás. Y cuando nuestros colaboradores vean estos esfuerzos se van a sentir escuchados, y se van a sumar cuando la intención y el compromiso de mejorar sea sincero.
En conclusión, es importante convencernos del valor estratégico que tiene la aplicación de una evaluación de clima laboral, pues nos ayuda a anticipar conflictos, contener riesgos y saber, sobre todo, dónde mejorar. Además, es una práctica bien vista por los colaboradores e inclusive por nuestros stakeholders, como clientes y proveedores.
Si estas evaluando aplicar una encuesta de clima laboral en tu empresa, pero no sabes por dónde empezar estamos seguros de que podemos apoyarte llamándonos o escribiéndonos, nos dará mucho gusto poder compartirte nuestra experiencia. Pero podemos adelantarte que no hay nada que temer, al contrario nos abrirá un camino a la excelencia y competitividad de nuestra empresa.